En bodegas y viñedos Verum contamos con un viñedo de la variedad Airén plantado en sistema de “pie franco” y que data de los años 50 del pasado siglo.
Hay que remontarse al último tercio del siglo IXX para comprender la devastación que originó en Europa la llegada del insecto filoxera, un pequeño parásito que pudo con casi todo el viñedo del viejo continente y que obligó al cambio en el sistema de cultivo salvo en algunas zonas muy localizadas.
Hasta ese momento, el sistema de plantación era “directo”, es decir hablamos de la misma planta, vitis vinífera de raíz a tronco, a esto se le llama Pie Franco.
La solución al problema de la filoxera fue utilizar un “porta injerto” o “pie americano” que era injertado con la variedad vinífera elegida y la raíz era resistente al parásito.
Entre los “pies americanos”, más habituales son Vitis rupestris, Vitis riparia y Vitis berlandieri. Se utilizará uno u otro dependiendo del tipo de suelo y clima.
Es necesario que esta planta de la familia de la vitis, sea injertada con la vinífera para obtener un viñedo resistente, ya que la filoxera no está erradicada, si bien, hay terrenos donde no prolifera, razón por la que es extremadamente raro encontrar estos viñedos de «pie franco» y su valor enológico es alto.
Es facil confundir viñedos de pie franco y dar por hecho que son prefiloxéricos. No todos los viñedos en PF lo son. Hay zonas concretas donde la filoxera no atacó el viñedo y los viticultores de la época, se aventuraban a plantar (clonar) sus mejores cepas como habían aprendido de sus mayores.
Precisamente, el sistema de pie franco lo que garantizaba era una selección natural de los mejores viñedos de cada variedad, ya que eran los elegidos para las nuevas plantaciones. Esto unido a la edad del viñedo, garantiza la calidad de la uva que se obtiene con los viñedos de pie franco.
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