El 23 de abril se celebra el día del libro y como todos los años, queremos dejaros la recomendación de una lectura. En esta ocasión el elegido es “Los herederos de la tierra” (Ildefonso Falcones) un libro que nos ha entretenido mucho y con el que en algunas partes, casi nos podemos sentir identificados. Aunque hablamos de una novela de ficción y del siglo XIV, ya habla de TERRUÑO, de la calidad de la uva MALVASÍA, de CRIANZAS, DESTILADOS y SUMILLERES.
Como en todo proceso creativo una vez expuesto hay crítica positiva y negativa. De Los Herederos de la tierra podrás leer cosas buenas y no tan buenas, pero nosotros no queremos hacer crítica, solo recomendar lo que nos ha gustado y lo que entendemos gustará a cualquier winelover y como no, sumilleres ya que podríamos decir que Hugo Llor se convierte en el primer sumiller (siempre en la ficción de este libro)
Hugo Llor aprende los secretos de la viticultura y la elaboración del vino para terminar convirtiendose en botellero real
Vamos a centrarnos en el personaje principal y la época. Hablamos de Hugo Llor y el siglo XIV. Nuestro protagonista, por avatares de la vida ha de dejar su trabajo (hablamos de un joven de 12 años) en las atarazanas para aprender todos los secretos del vino y destilado de Mahir, un judío “bodeguero” que vive entre viñedos, cubas y alambiques.
Interesante ver como habla de todos los procesos de la elaboración del vino, desde el cultivo de la vid hasta la fermentación, haciéndonos ver como los buenos vinos que pasan más tiempo en las “cubas” mejoran. Ya nos habla del “terroir” como una viña da mucha mejor uva para vinos más longevos o como se reconoce la calidad de la Malvasía en Sitges. Poco a poco va introduciendo la práctica del destilado, “agua de vida” que se considera medicinal en la época.
Se convierte en lo que hoy llamamos “corredor de vinos o tratante”, es bodeguero y sus conocimientos le llevan a convertirse en “Botellero real” que es la forma que tiene Ildefonso Falcones de llamar lo que hoy conocemos como sumiller.
Mientras tanto va perfeccionando el proceso de destilación quedándonos con una frase:
Piensa que si el vino recibe el rocío y la humedad celestial, el aqua vitae, destilado del vino, reducido por lo tanto a su espíritu, a su quintaesencia, se convierte en un líquido que contiene el sol y las estrellas.
No queremos contar mucho más y esperamos que lo descubras, acompañando tus lecturas con una copa de buen vino y los aromas de nuestras velas.